sábado, 17 de febrero de 2018

Política y educación colombianas


La política colombiana es peculiar. En algún momento ya he hablado de lo que pienso del sistema presidencialista tal y como está configurado en toda Latinoamérica y Estados Unidos. Es un método en donde, al votar directamente a la persona y al obligar a que cada uno se financie su campaña, lleva con demasiada y pasmosa facilidad a un sistema corrupto. Pongo como ejemplo  y apoyo de mis palabras la intervención de Gilberto Tobón Sanín en un programa de debate de la televisión de Antioquia que se llama Nos cogió la noche. Este hombre, abogado y politólogo y profesor en la maestría de Ciencia Política de la Universidad Nacional, hace una descripción notable de la situación política actual colombiana y, por ende, reflejo de Colombia.

A partir del minuto 19:20 se comenta la necesidad de buscar una solución a los que definen como "saqueo del país" y ponen sobre la mesa la imposibilidad de ello. Por mi parte, hace tiempo que pienso en cual puede ser el gran problema de Colombia. Y creo que todo se circunscribe a un mismo aspecto, educación, educación y más educación.

Algo muy típico en Colombia son frases como "ser vivo" o "dar papaya". El primero sobre todo significa que la picaresca, la audacia mal interpretada o la viveza para sacar siempre beneficio aún a costa de los demás son rasgos propios colombianos y potenciados y defendido por mucha gente. Eso, llevado a su máxima potencia, ampara el engaño, el robo o la corrupción.

Son rasgos contra los que hay que luchar desde la escuela, inculcar a los niños que no todo se permite para sacar un beneficio; que el colarse en las colas no es cívico; que el respetar a los demás es básico para conseguir, primero que te respeten y segundo para alcanzar una educación cívica inexistente.

¿Y cómo se consigue eso? Con inversión en educación, pero una educación pública en donde se inculquen unos valores que duren para siempre. Una educación pública con buenas infraestructuras y profesores dignamente pagados para enseñar a los niños ciudadanía real y comprometida con unos valores cívicos y sociales. Educación pública accesible para todos los colombianos desde primaria hasta la universidad.

Sólo invirtiendo en los niños y con planes de futuro es como se cambian las cosas. Lo malo es que se trata de una inversión siempre a largo plazo y los político, tan ávidos de soluciones y beneficios a corto plazo, nos le importa y, por lo tanto, no invierten en ello.

El "ser vivo" o "dar papaya" es algo que debe de desaparecer en la idiosincrasia colombiana. Si se consiguiera Colombia daría un salto cualitativo y mejoraría muchísimo como país. Estoy seguro de ello.

Pongo el vínculo del vídeo completo para que lo podáis ver. Es largo pero merece mucho la pena.
 https://www.youtube.com/watch?v=5IIfunrWQvc 

Además incluyo algunos vínculos a artículos de Tobón
https://revistas.unal.edu.co/index.php/ede/article/view/23681
https://revistas.unal.edu.co/index.php/ede/article/view/23724
https://revistas.unal.edu.co/index.php/ede/article/view/23693/24377
https://es.scribd.com/document/150846573/Gilberto-Toban-Sanin-Marx-y-el-problema-de-la-politica-original

viernes, 26 de enero de 2018

Los presidentes de Colombia y su relación con España



La hermandad entre España y Colombia siempre ha destacado por su fuerza.Prueba de ellos es que el acuerdo que sirvió para terminar con el periodo conocido como La Violencia (1948-1954), en el que se enfrentaron los liberales y los conservadores finalizó con el  Pacto de Benidorm y se corroboró en Sitges.

En otras ocasiones he hablado de los acuerdos y múltiples reuniones que ha habido entre los mandatarios de ambas naciones, aunque en este caso voy a tocar un tema mucho más curioso: La cercanía de los presidentes de Colombia con España mediante el reconocimiento a través de la Orden de Isabel la Católica.

Las reales órdenes civiles son codecoraciones con las que se pretende distinguir a una persona o institución por su trabajo, colaboración o acción para con España, con la paz, la justicia, con la hermandad de los pueblos, etc. En España hay 13 más activas como la del Toisón de oro, Alfonso X el Sabio o Mérito Deportivo. Algunas en desuso o extintas son la Orden Civil de la República o Ínclita Orden de San Juan de Jerusalén.

En el caso de la la Orden de Isabel la Católica hay que destacar que el máximo galardón es el Collar mientras que una segunda categoría es ocupada por la Gran Cruz. Antiguamente existía  la insignia de Banda de Dama, aunque fue sustituida por la Gran Cruz. 

Pues bien, de los 59 presidentes que ha tenido Colombia en su historia, 14 han recibido el Collar de la Orden de Isabel la Católica. Juan Manuel Santos, Álvaro Uribe, Andrés Pastrana, César Gaviria, Virgilio Barco, Belisario Betancur, Julio César Turbay y Alfonso López Michelsen, mientras que Misael Pastrana, Guillermo León Valencia, Mariano Ospina, Roberto Urdaneta, Laureano Gómez y Marco Fidel Suárez se quedaron con la Gran Cruz.
Algunos detalles a destacar son que, de los últimos diez presidentes, el único al que no se le ha concedido distinción alguna de esta orden ha sido a Ernesto Samper.

Aparte, también se le han concedido este reconocimiento las esposas de los presidentes, Juan Manuel Santos, Andrés Pastrana, César Gaviria y Virgilio Barc y artistas como Fernando Botero.
 
Belisario Betancur y Alfonso López Michelsen son los dos únicos presidentes que tienen el Collar y la Gran Cruz

Belisario Betancur tiene la doble nacionalidad española y colombiana y es miembro del Club de Madrid junto con César Gaviria y Andrés Pastrana. 

Guillermo León Valencia es el único que tiene condecoraciones de tres çordenes civiles españolas, la Orden de Isabel la Católica 1953 – Gran Cruz –, la Orden Civil de Alfonso X el sabio –Gran Cruz- y la Orden de Carlos III –Gran Cruz-.
 


Dejó aquí la relación de premiados de Colombia:
Juan Manuel Santos: Orden de Isabel la Católica 2015 – Collar –

María Clemencia Rodríguez de Santos (esposa de Juan Manuel Santos): Orden de Isabel la Católica 2015 – Gran Cruz –

María Ángela Holguín Cuéllar (Ministra de Relaciones Exteriores de la República de Colombia): Orden de Isabel la Católica 2015 – Gran Cruz –

Orlando Sardi de Lima (ex embajador de Colombia en España: Orden de Isabel la Católica 2013 – Gran cruz –

Camilo Alfonso Ospina Bernal (ex embajador representante permanente de Colombia ante la OEA): Orden de Isabel la Católica 2010 – Gran cruz –

Martha Noemí Sanin Posada (ex embajadora de Colombia en España): Orden de Isabel la Católica 2008 – Gran cruz –

Fernando Botero (pintor y escultor): Orden de Isabel la Católica 2007 – Gran Cruz –

Álvaro Uribe Vélez: Orden de Isabel la Católica 2005 – Collar –

Andrés Pastrana Arango: Orden de Isabel la Católica 1999 – Collar – y dos galardones de Premios Internacionales de Periodismo Rey de España, miembro del Club de Madrid

Nohra Puyana de Pastrana (esposa Andrés Pastrana): Orden de Isabel la Católica 1999 – Gran Cruz –

Guillermo Fernández de Soto (ministro de Relaciones exteriores de Colombia): Orden de Isabel la Católica 1999 – Gran Cruz –

César Gaviria Trujillo: Orden de Isabel la Católica 1992 – Collar –, miembro del Club de Madrid

Ana Milena Muñoz Gómez (esposa César Gaviria): Orden de Isabel la Católica 1992 – Banda de Dama –

Virgilio Barco Vargas: Orden de Isabel la Católica 1988 – Collar –

Carolina Isakson de Barco (esposa Virgilio Barco): Orden de Isabel la Católica 1988 – Banda de Dama –

Augusto Ramírez Ocampo (abogado, economista, diplomático y político): Orden de Isabel la Católica 1984 – Gran Cruz –

Belisario Betancur: Orden de Isabel la Católica 1983 – Collar –  y en 1977 –Gran Cruz- (embajador en España), miembro del Club de Madrid, nacionalidad española

Rodrigo Lloreda Caicedo (político, embajador y ministro): Orden de Isabel la Católica 1983 – Gran Cruz –

Julio César Turbay Ayala: Orden de Isabel la Católica 1979 – Collar –

Eduardo Carranza (periodista, poeta, catedrático y diplomático): Orden de Isabel la Católica 1977 – Gran Cruz –

Alfonso López Michelsen: Orden de Isabel la Católica 1976 – Collar – y en 1969 –Gran Cruz -

Misael Pastrana: Orden de Isabel la Católica 1975 – Gran Cruz –

Alfredo Vázquez Carrizosa (jurista, político y diplomático): Orden de Isabel la Católica 1970 – Gran Cruz –

Gilberto Alzate Avendaño (periodista, abogado y político): Orden de Isabel la Católica 1958 – Gran Cruz –

Guillermo León Valencia: Orden de Isabel la Católica 1953 – Gran Cruz –, Orden Civil de Alfonso X el sabio –Gran Cruz-, Orden de Carlos III –Gran Cruz-

Mariano Ospina Pérez: Orden de Isabel la Católica 1949 – Gran Cruz –

Roberto Urdaneta: Orden de Isabel la Católica 1949 – Gran Cruz –

Laureano Gómez: Orden de Isabel la Católica 1947 – Gran Cruz –

Francisco Umaña Bernal (ministro plenipotenciario de Colombia en España):  Orden de Isabel la Católica 1944 – Gran Cruz –

Marco Fidel Suárez: Orden de Isabel la Católica 1922 – Gran Cruz



Fotos: https://es.wikipedia.org/wiki/Orden_de_Isabel_la_Cat%C3%B3lica#/media/File:Orden_de_Isabel_la_Cat%C3%B3lica_AEAColl.jpg y http://www.afitecol.com/?p=2505

jueves, 18 de enero de 2018

Historia en Colombia, ¿sí o no?





El pasado 30 de diciembre publiqué en mi twitter @pedrotauroni que me alegraba de la vuelta de la clase de Historia a los colegios colombianos. El presidente Juan Manuel Santos había firmado un decreto que modificaba la Ley General de Educación de 1994, y que obligaba a los colegios a dictar una materia independiente sobre la historia nacional.

Siempre me llamó la atención que en los planes educativos colombianos no aparecía por ningún lado la asignatura de Historia. Lo que hay es una disciplina que se llama Ciencias Sociales y en donde se integran la propia Historia, Geografía y Democracia.

La cosa viene de largo. En 1984, Belisario Betancur puso en marcha una revolución educativa que, si bien le valió un puesto entre los presidentes más importantes del país, también tuvo desaciertos que sólo el tiempo demostró. Uno de ellos, fue la eliminación de la clase de historia colombiana, que se unió a Geografía, Ciencia Política, y estudio de la constitución.

Ese fue el primer puntillazo para el aprendizaje de la historia en los colegios colombianos. Pero fue en 1994, cuando César Gaviria firmó la ley 115, o Ley General de Educación, cuando la historia como disciplina desapareció de forma definitiva de las aulas y se convirtió en la materia que las generaciones a partir de esa fecha conocieron como Ciencias Sociales.

Tras la firma por parte del presidente Santos del decreto estaba contento porque creía que el sistema educacional de Colombia iba a suplir el tremendo error que se cometió allá por la década de los 80. Una de las asignaturas que debieran ser obligatorias en todo plan de estudios es la Historia propia. No tiene ninguna lógica que los estudiantes no conozcan la historia de su propio país. Como historiador lo veo como algo inconcebible.

Pues bien, parece ser que aquellas buenas intenciones se han quedado o, mucho me temo, se quedarán en agua de borrajas. La directora de Calidad Educativa del Ministerio de Educación (MEN), Mónica Ramírez, ha anunciado que "no va a volver la cátedra de historia, sino que se fortalecerá su enseñanza". Especifica esta señora que en el decreto se dejaba claro que “tiene por objeto restablecer la enseñanza obligatoria de la historia de Colombia como una disciplina integrada en los lineamientos curriculares de las ciencias sociales”, es decir, que se quedará todo como está.

Por si fuera poco aclara que “tendremos que llegar con lineamientos para generar pensamiento crítico, también en contenidos de memoria histórica; por ejemplo, cómo abordar la historia del conflicto en regiones que se han visto afectadas por la guerra”. Para esto, la ley estableció que se deberá crear una comisión de expertos que analicen las necesidades y las caracterísitcas de la enseñanza de la historia de Colombia según su contexto. Según el Ministerio de Educación, esto tomará dos años, tras lo cual se establecerán los lineamientos a seguir por los docentes e instituciones educativas.

Me da pena que tras un noticia esperanzadora, la de que la Historia será una asignatura única y no compartida, la realidad de nuevo aplasta la ilusión y te hace ver que las cosas no son como debieran ser, sino como a unos políticos insensibles con las necesidades de sus conciudadanos les interesa. Dice una vieja máxima que el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla. Lógicamente en este caso no deseo que sea así, puesto que Colombia se enfrenta por primera vez en su historia al estallido de la paz en su territorio. Pero desde este espacio sí alzo la voz para revindicar que la Historia como materia independiente vuelva a las escuelas. Espero, aunque no lo espero, que así sea.


sábado, 8 de julio de 2017

Galeón San José



El 27 de noviembre de 2015 Colombia anunció al mundo que una empresa norteamericana llamada Sea Search Armada había hallado el galeón español San José, hundido por corsarios británicos el 8 de junio de 1708 en lo que actualmente son aguas jurisdiccionales colombianas y que en aquella época eran aguas españolas al ser el Virreinato de Nueva Granada. Desde entonces se ha desatado un conflicto a tres bandas entre el Ejecutivo de Santos, el Gobierno español y la empresa norteamericana España, en defensa de sus intereses, apela al convenio de Naciones Unidas de derechos del mar y alega que el galeón era un «barco de Estado» y por tanto, tenía inmunidad soberana. Defiende también que, como buque hundido en batalla, no llegó a arriar la bandera, por lo que aún a día de hoy sigue perteneciendo a la armada española. Amén de los 600 marinos que perecieron y cuya tumba es el pecio desaparecido.

Pues bien, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, acaba de anunciar que Colombia rescatará el galeón español San José y que lo hará con una alianza público-privada (al final de la entrada incluyo el vídeo con la intervención). Eso sí, el mandatario colombiano no aclaró quién pagará la excavación y extracción los tesoros y restos que se encuentren ni si tendrá que vender parte de la carga. Hay que recordar que Colombia aprobó una Ley que permite vender parte del patrimonio recuperado con el fin de pagar la excavación. Lo curioso de esta ley es que los políticos colombianos aceptan que para vender valores patrimoniales del país la ley los enajena, convirtiendo en no cultural lo que la Constitución dice que sí lo es.

Además, Santos también ha asegurado que Cartagena de Indias tendrá un "cipote museo" en donde se albergará, se supone, lo que se rescate y que el país se quede tras el pago a la empresa cazatesoros

Como curiosidad histórica decir que el galeón San José, que fue hundido por flotas inglesas en el mar Caribe el 8 de junio de 1708, fue construido a finales del siglo XVII en Gipuzkoa por encargo de la Corona española. El contrato de su hechura se firmó en 1696, pero el barco fue botado en 1698 y terminado en 1699 en Pasaia.

La actitud del presidente Santos me indigna por dos razones fundamentales. Una de ellas por el desprecio hacia España, legítimo dueño del pecio hundido, tumba de más de 600 marinos españoles. Colombia, por su parte, alega que no hace parte del convenio de patrimonio subacuático de la Unesco firmado en París en 2001 y que ha sido citado por el ministro de Cultura español.

La otra por la confianza en el trabajo de una empresa cazatesoros. Este tipo de empresas solicitan en muchas ocasiones el 50 por ciento de lo recuperado, lo que les lleva a no prestar atención a los restos que no consideren valiosos, es decir, se suelen limitar al oro, plata o piedras preciosas. España ya tiene experiencia en casos parecido. Sin ir más lejos, cabe recordar el caso de la fragata de Nuestra Señora de las Mercedes, que tenía en disputa a España y a la empresa cazatesoros Odyssey Marine Explorations, que se dirimió a favor de España, al ordenársele a la empresa devolverle los tesoros que había extraído del mar. Las monedas que se recuperaron se exponen en el museo naval de Cartagena.

Lo que debería de hacer Juan Manuel Santos es constituir una alianza hispano-colombiana para conseguir estudiar y analizar el navío y poder extraer los tesoros y restos que aún se conserven. España, estoy seguro, no lucharía así por la totalidad de las piezas, sino que llegaría a un acuerdo con Colombia para que ambas naciones quedaran satisfechas y no hubiera menosprecio de ningún tipo en ambas partes. Colombia se juega a que una vez extraído todo, España inicie una lucha jurídica y que, basándose en fallos anteriores, se pudiera quedar con todo.

Finalmente, el anuncio del presidente Santos de construir un "cipote museo", lo siento mucho pero lo pongo en duda. En las aguas de Cartagena hay una gran riqueza arqueológica y la propia ciudad resistió el ataque de piratas, siendo el más famoso el ataque al castillo de San Felipe de Barajas, tan bravamente defendido por los españoles capitaneado por Blas de Lezo, y no posee un museo que albergue toda esa historia. ¿Y justo ahora sí se va a construir?


Fotos: http://fullavantenews.com/2015/12/22/el-galeon-san-jose-fue-construido-en-gipuzkoa-espana/ y
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-16450059

martes, 6 de junio de 2017

Educación en Colombia



El tema de la educación es un problema ya enraizado en Colombia. Los profesores de este país están en huelga (en paro, como dice allí) para pedir la mejora de sus condiciones laborales. En mayo de 2015, otra entrada en este blog ya comentaba los problemas del panorama educativo, por lo que, visto lo visto, parece que no han mejorado mucho las cosas.

La educación se puede ver bajo varias perspectivas, desde el alumnado, desde el profesorado, desde las infraestructuras o desde el resultado del país en las pruebas PISA, o lo que es lo mismo, el Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes.

Bajo la perspectiva del alumnado, sigue habiendo una gran diferencia entre la educación pública y la privada. Los colegios distritales, los públicos, no suelen poseer las mismas condiciones e infraestructuras que los privados, por lo que los niños parten en desventaja. Además, muchos colegios distritales tienen doble turno, es decir, debido a la alta natalidad y a la falta de colegios, existen dos turnos: El primero va desde las seis de la mañana hasta las 12 del mediodía y el segundo por la tarde. Mientras tanto, los alumnos de colegios privados no suelen tener este incoveniente, por lo que el número de horas que tiene al día siempre será superior a los de niños de colegios distritales. Esto influye irremediablemente en los resultados académicos de los muchachos. Así, cuando les llega el momento de presentarse a las pruebas ICFES, una especie de Selectividad, los estudiantes provenientes de colegios privados suelen obtener mejores resultados, lo que les permite acceder a universidades públicas, mucho más económicas que las privadas.   

En lo que se refiere al profesorado, el problema es las carencias con lñas que muchas veces trabajan y, por supuesto, los sueldos bajos que reciben. Según un análisis que leo en la web lasdosorillas.co, el salario promedio (monto bruto) de un docente en Colombia en la actualidad es de 2,301.109 pesos, sin embargo, dos aspectos importantes hay que resaltar los cuales disminuyen esa cantidad de manera considerable. La primera se da al tener en cuenta la época en que se presentó la coyuntura (mayo de 2015), para la fecha no se contaba con los aumento salariales del 5.66% y 9.77% que recibió el magisterio Colombiano durante los años 2015 y 2016 respectivamente, a esto se suma el ascenso dentro del escalafón de 25.920 docentes por medio de la primera convocatoria de la Evaluación de carácter diagnostica formativa (ECDF), la cual incremento el gasto solo por concepto de retroactivos (reubicaron y ascendieron) en 400.000 millones de pesos (cifras dadas por la Federacion Colombiana Educación -FECODE- en junta nacional 1 y 2 de Noviembre del 2016), esto evidencia de manera clara que el promedio salarial de un docente para el primer semestre del año 2015 estaba por debajo de los 2.000.000 pesos, unos 645 euros. Esto obliga a que muchos maestros se vean en la obligación de tener que buscarse un segundo trabajo.

Esto en cuanto a los maestros pertenecientes a la administración pública. Los que desarrollan su labor en los colegios privados dependen cada curso de que el colegio en donde trabajan les queira renovar su contrato. La razón es que cada año firman su contrato laboral a término fijo, y a finales del último mes escolar, estarán desempleados por dos meses, o quizá por más tiempo. La revista Semana lo explica mucho mejor que yo. 

Todo esto repercute ¿en quién? En el alumnado y por ende, en el sistema educativo colombiano, aún con mucho camino por recorrer. Mientras tanto, los resultados del informe PISA siguen poniendo a Colombia por debajo de la media, aunque ha mejorado un poquito.

Para finalizar me gustaría hacer una reinvidicación de la educación pública. El Estado está obligado a dar a todos los colombianos las mismas oportunidades para que puedan acceder a una educación pública de calida. Y no sólo en la universidad, sino desde la base, desde la educación primaria. Todos los colombianos han de tener las mismas oportunidades para tener un buen colegio, un buen instituto y una buena universidad. Sólo así se irán limando las diferencias sociales que se mantiene. SI no trabaja en ello, los estratos seguirán marcando el devenir de la sociedad colombiana, ¡una pena!

Foto: Revista Semana

viernes, 31 de marzo de 2017

Ciclismo del bueno, ciclismo de Colombia


La entrada de hoy no versa sobre política, economía o temas sociales. Lo de hoy es más mundano. Como se puede ver en la imagen, con un contundente ¡Viva Colombia! la revista Ciclismo a fondo abría su portada del último número. 

Desde siempre Colombia ha sido tierra de buenos corredores. Históricos de este deporte han sido Lucho Herrera, ganador de la Vuelta Ciclista a España en 1987 o Fabio Parra, tercero en el Tour de Francia en 1988. Pero en los último años ha habido una nueva hornada de excelsos ciclistas "escarabajos" que han vuelto a poner a Colombia en lo más alto del podium. 

Ejemplo de ello es que en 2006, en el Ranking World Tour de la UCI, el primero era Nairo Quintana, subcampeón en dos ocaciones del Tour, un tercer puesto en la ronda gala, y sendas vistorias en el Giro y la Vuelta. Otros especialistas del pedal cafeteros en este ranking son Esteban Chaves en el noveno puesto, Sergio Luis Henao el 14, Rigoberto Urán el 32, Jarlinson Pantano el 41, Miguel Ángel López el 45 y Darwin Atapuma el 67.

sábado, 25 de marzo de 2017

Unión Económica de Latinoamérica



Hace un par de semanas, bajo el hashtag #mejoresvecinos se llevó a cabo un debate en twitter con el auspicio del Banco Mundial América Latina para analizar la situación actual de la economía dentro de panorama latinoamericano.

Desgraciadamente no pude asistir a los debates al desarrollarse en Bogotá, pero sí puse un trino que, entre otros, les gustó al banco antes mencionado. En mi twitter venía a decir lo que desde siempre he pensado que le falta a América Latina para desarrollar su economía a la par que otras potencias económicas mundiales, unidad y trabajo en común.

Precisamente, hace unos años di una conferencia en la universidad Sergio Arboleda en donde comentaba que el futuro de América Latina debe de ser el de la unificación al estilo de la Unión Europea. Son una veintena de países que, si unificaran esfuerzos y metas, podrían llegar a ser una punto de inflexión en la economía mundial al poseer, no sólo materias primas en abundancia, sino también mano de obra y sistemas educativos que necesitan ámbitos laborales que siempre o casi siempre se han de buscar fuera.

No entraré a analizar el panorama educativo de esta zona o la cuadriculada mentalidad de sus dirigentes que no abogan de verdad por el bien de sus ciudadanos. En este caso voy a entrar en una muy urgente necesidad de esta parte del mundo, las infraestructuras. Aunque cada país es diferentes, en líneas generales, la infraestructuras de comunicación en Latinoamérica son más que deficientes. El transporte por carretera dentro de un mismo país es toda una odisea; más aún cuandos de trata de un comercio interterritorial.

Latinoamérica está atrasada con respecto a otras zonas del mundo. En un gráfico del Banco Mundial se puede ver que las exportaciones habidas en el interior de la Unión Europea equivalen al 57 por ciento del total mundial en cuanto a comercio interregional se refiere. En segundo lugar está la zona de Asia Oriental y el Pacífico a pesar de que se trata de un comercio marítimo. ¿Qué puesto ocupa AL? El quinto con un nimio 15 por ciento.






Por todo esto, es lógico decir que hay una urgencia en mejorar ese aspecto. Pero no es fácil. Para que haya un comercio libre entre diferentes países, ha de haber sistemas económicos factibles al libre mercado, exentos de tintes populistas y alejados de unos nacionalismos económicos que no llevan a nada y que únicamente ponen aranceles para beneficiar los cuasimonopolios de las empresas nacionales del país. Pero bueno, cada cosa a su tiempo. Lo primero y más necesario es la inversión en la mejora de las infraestructuras. El siguiente gráfico es muy significativo.

En el la web https://blogs.iadb.org hay un análisis muy interesante sobre la inversión en infrasetructura en AL entre 1980 y 2013. Es precupante que la inversión pública frente a la privada haya descendido considerablemente a la par que la suma de las dos ni siquiera llega al recomendable 5 por ciento del PIB que se aconseja por parte del Banco Mundial. La preponderancia de la inversión privada provoca que las funciones del Estado o de las administraciones las haga al capital privado, por lo que siempre habrá deuda de algún tipo que pagar.

En un informe del Banco Mundial, Integración más profunda vital para el crecimiento de América Latina y el Caribe, según informe del Banco Mundial, se establecen unas líneas a seguir para conseguir un mejor desarrollo económica de esta zona. Para lograrlo el informe propone una estrategia interdependiente de cinco componentes: 
1) Reducción adicional de los aranceles externos.
2) Profundizar la integración económica entre América del Sur, América Central, el Caribe y México.
3) Armonizar normas y procedimientos.
4) Centrar los esfuerzos en reducir los altos costos relacionados con el comercio.
5) Integrar los mercados de trabajo y de capital.

Todo esto me parece bien, pero es primordial invertir en infraestructuras, mejorar los salarios de los trabajadores, reducir la brecha social, huir de los populismos, respetar los tratados comerciales, erradicar el victimismo o invertir en una auténtica educación pública. Latinoamérica tiene la oportunidad de fijarse en el camino que siguió la Unión Europea y evitar los errores que en el Viejo Continente se cometieron