viernes, 8 de mayo de 2015

Enseñar y aprender en Colombia


En Colombia existe una gran preocupación por la educación, pero entendiendo esta como la formación académica. Debido a que todavía a día de hoy existe una parte importante de la población sin estudios, es muy común que los padres insistan sobremanera para que sus vástagos alcancen las máximas cotas educativas.

No es el momento de entrar a analizar el panorama educativo colombiano, ya habrá tiempo para ello. La razón de esta entrada es la de entender, dentro de mis posibilidades, los porqués de la huelga (el paro le dicen allá) del profesorado colombiano.

Siempre en complicado conocer en profundidad las razones y consecuencia de un paro generalizado en un sector específico. En el caso que nos toca, según he leído, el profesorado cafetero se quejaba de sus condiciones laborales, por lo que solitaban, entre otras cosas, una mejora sustancial de sus salarios. Según se puede leer en El Espectador, el acuerdo consta  de cuatro puntos. En el primero, relativo a la evaluación docente, el Gobierno y la Federación Colombiana de Trabajdores de la Educación (Fecode) acuerdan reformar la actual evaluación de competencias. Algo que se hará a través de una comisión que estudiará los elementos que deben reformarse, es decir, nada de nada.

En cuanto a la nivelación salarial, el otro gran reclamo de los maestros, se pactó un incremento salarial del 12 por ciento (que es lo mínimo que pedían lo profesores), aunque con una pequeña trampa; de este porcentaje se deben descontar el punto que se incrementó en 2014 y el de este año, o lo que es lo mismo, se queda en diez. Así, los 10 puntos extras se aumentarán gradualmente bajo el siguiente cronograma: para 2016, dos puntos; 2017, dos puntos; 2018, tres puntos, y 2019, tres puntos. Aunque puede parecer algo positivo, el periódico indica que el grupo que se verá muy beneficiado es el de los maestros mejor escalafonados, es decir, los más antiguos.

El periodista indica que las reclamaciones en cuanto "al mal servicio de salud, las medidas son por ahora más discretas por tratarse de un problema crónico y complejo". Pero, ¿si es un problema "crónico y complejo" no será ,mejor enfrentarse de una vez a ello en lugar de aplazar en el tiempo su resolución?

Por último, el Ministerio de Educación se comprometió a financiar unos juegos deportivos del magisterio, así como a realizar aportes por 1.000 millones de pesos en 2016 y 1.500 millones en 2017 (entre 375.000 y 565.000 euros) para la realización de "encuentros culturales y folclóricos" por parte del magisterio.

Me gustaría comentar un par de cosas. Estoy totalmente de acuerdo en mejorar la calidad de vida del profesorado colombiano, puesto que no es lo mismo un docente en Bogotá, Cali o Medellín que en el Quibdó o en las zonas donde hay guerrilla o en las selváticas, en donde en más ocasiones de las esperadas, se tienen que buscar un segundo empleo.

Pero la calidad de la enseñanza no se consigue únicamente con aumentar el sueldo a los profesores, sino también a través de mejorar la infraestructura educacional del país. Más y mejores escuelas públicas , mejor dotadas y con un acceso infinitamente más fácil que en la actualidad a la educación universitaria para así reducir de verdad la tremenda brecha social que existe en el país.

La propia ministra de Educación, Gina Parody, reconoció las falencias en infraestructuras educacionales. Entonces, ministra, ¿por qué aprueba la tontería de los "encuentros culturales y folclóricos" con un coste de hasta 1.500 millones de pesos (que siempre será más).

Y no hablo por hablar. Un claro ejemplo de ello es que los estudiantes colombianos ocuparon en 2014 la última posición en los resultados del Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA), de hace la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Foto: momento de la firma del acuerdo. http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/educacion/se-levanta-el-paro-de-maestros-fecode-y-gobierno-logran-acuerdo/15702363