viernes, 27 de abril de 2012

Populismo puro y duro

Aunque aún tengo algunas fotos de Colombia por colgar en este blog, la noticia de IPY-Repsol me ha parecido lo suficientemente importante para empezar lo que ya dije en la entrada anterior: análisis de informaciones colombianas y latinoamericanas.

Así, la expropiación del 51 por ciento de IPF por parte del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner está dando mucho que hablar tanto a uno como a otro lado del Atlántico. Por resumir en una idea lo que me parece considero que este acto de intrasigencia económica  no es más que la típica salida de la izquierda latinoamericana que, cuando le interesa, siempre echa la culpa al imperialismo o el colonialismo. Es un fin para justificar o tapar sus necedades políticas.


Argentina, junto con Ecuador, Venezuela, Bolivia y Cuba, está a la cola en el índice de Libertad Económica 2012. De acuerdo a este estudio, el índice de libertad económica se mide a través de 10 indicadores que se dividen en cuatro grupos; primero el Estado de Derecho, que mide el derecho de propiedad y libertad frente a la corrupción; Limitaciones al Gobierno, con indicadores de libertad fiscal y gasto gubernamental; Eficiencia Reguladora con las variables libertad comercial, libertad laboral y libertad monetaria y Mercados Abiertos con comercio internacional, libertad de inversión y libertad financiera.

Bien es cierto que se me puede señalar que la presidenta argentina no es de izquierda; es más, se declara peronista. Pero es que dentro de esta palabra cabe cualquier tipo de afilición política argentina. En este país austral es casi políticamente incorrecto rechazar tal marchamo.

Se trata de una decisión meramente populista, de tal manera que otras petroleras de terceros países que también tienen intereses en suelo argentino han sido respetadas. ¿Porqué entonces atacar a la empresa española? Vuelvo a decirlo, queda muy bien y muy social -de boquilla- luchar contra el segundo colonialismo español. 

Lo curioso es que esta mujer y su marido defendieron en su momento -en 1992- la privatización de YPF y que se trató de una empresa sacada de la bancarrota por Repsol. Entonces, ¿es un acto populista? Totalmente.

En otro momento entraré en el tema de la izquierda latinoamericana, pero lo que está claro es que le hace falta un poquito de autocrítica y menos victimismo. Amén de que le reconozco otros valores.

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