Bogotá está a 2.600 metros de altura, osea, muy alto. Granada, de donde vengo, está a una altura de 738 metros sobre el nivel de mar, por lo que cuando llegué, a pesar de que no sufrí el mal de altura (soroche), cuando subía las escaleras, a la segunda ya soltaba el hígado por la boca.
A pesar de la altura no es una ciudad excesivamente fría, aunque sí muy húmeda. Al estar cerca del ecuador, cuando llueve parace que se va a acabar el mundo. Ayer, precisamente, fue uno de esos días.
La altura podría indicar que la nieve hace acto de presencia de vez en cuando, aunque, que yo sepa, por estos lares, no ha nevado nunca. Si alguien puede rectificarme esta última iea, por favor, invitado está. A lo que iba es que ayer fue uno d esos días en donde el cielo, literalmente, se oscureció por la lluvia que caía. Puntualizo, no lluvia, sino granizo. En pocos minutos, el suelo quedó tal y como podéis ver en la foto. Es una cafetería que está en la Universidad Javeriana y que parecía que acababa de nevar. Increíble.
jueves, 13 de octubre de 2011
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Debiste tomarle una foto a la cancha de futbol!!!
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