domingo, 30 de octubre de 2011

Elecciones a la alcaldía

Hoy domingo 30 de octubre se celebran elecciones municipales y departamentales en Colombia (autonómicas en España) y el país está sometida a la ley seca desde el viernes 29 a las 18 de la tarde hasta el lunes a las 6 de la mañana. Nadie puede comprar alcohol bajo fuerte multa. Eso sí, los supermercado se hincharon a vender alcohol el viernes antes de las 18.

En el caso que me toca estas elecciones elegirán al nuevo alcalde de Bogotá, lo que mucho más importante de lo que parece porque a Bogotá le hace mucha falta una mejora y porque el último alcalde está en la cárcel por corrupto, por lo que los últimos cuatro años han sido de retroceso más que de avance.

Lo primero es que según la normativa colombiana, un alcalde no puede estar más de cuatro años en el cargo, lo que considero que es el primer fallo. Y los es porque los grandes cambios en las infraestructuras en una gran ciudad como Bogotá siempre se suelen retrasar más de los debido y deseado, por lo que hace falta tiempo. El problema es que la alcaldía de esta ciudad se considera como el segundo puesto político más importante del país. Y, claro está, si se ejerce una buena alcaldía, ya se tiene un punto ganado en el caso de que se quiera presentar posteriormente a la prsidencia nacional (cosa que todos desean tras haber ejercido la alcaldía). Así, si un alcalde se pone a hacer obras para mejorar la ciudad y termina su mandato si que éstas finalicen, la gente no lo va a recordar bien, lo que repercutiría negtivamente en su carrera presidencia.

Me refiero a cosas como el metro, mejora del asfalto de la ciudad (que está destrozado), regulación más que urgente del servcio de autobuses urbano, poner orden en el tráfico o adecentamiento visual de barrios. Todos estos aspectos son de urgente desarrollo en Bogotá y problemas ya enquistados. Amén de la corrupción, que lo pudre todo y se convierte en el día de día bogotano y colombiano. Obviamente en todos los países hay corrupción, pero por mi experiencia veo que en otros países el corrupto se beneficia él, pero aquí no sólo se beneficia, sino que también impide que su alrededor se desarrolle.

Al lío. Aquí las elecciones son personales, es decir, todos los candidatos se presentan de manera personal. Tanto el alcalde, como los concejales como los ediles se presentan a una elección. Se presentan bajo unas siglas, pero tampoco importa mucho, puesto que si no le gusta, se cambian y punto, sin ningún problema. Es más, pueden presentarse bajo unas siglas de movimiento ciudadano -que no es un partido político- siempre y cuando les avalen no sé cuantas firmas. Considero que esta forma es negativa, ya que como cada uno se tiene que buscar el dinero para financiar su campaña, se firman pactos con mecenas políticos que después, exigirán favores, lo que provoca que ya desde el mismo momento de la toma de posesión del cargo, ya se favorezca la corrupción.

En Bogotá los que están en cabeza son Gustavo Petro, del movimiento Progresistas, Enrique Peñalosa, apoyado por el Partido Verde y el Partido de la U; y Gina Parody, independiente. En cuarto lugar está Carlos Fernando Galán, de Cambio Radical. Este hombre e hijo de Luis Carlos Galán, miembro del Partido Liberal y asesinado en 1989.

De los candidatos con mayor peso y mejores posibilidades sólo uno ha sido alcalde de la ciudad con anterioridad, Enrique Peñalosa. Empezó la carrera siendo favorito, aunque conforme ha ido avanzando la campaña ha perdido posisiones. El actual favorito, Gustavo Petro, perteneció en su juventud al grupo guerrillero M-19, mientras que la tercera en discordia, Gina Parody, creció políticamente hablando, en los pechos de Uribe. Excepto Petro, que proviene del partido del Polo Democrático, de tendencia izquierdista, todos los demás son en mayor o menos medida de carácter conservador.

Yo no puedo votar por ser extranjero con menos de tres años en Colombia, aunque si pudiera ejercer este derecho, creo que me decantaría por Carlos Fernando Galán. Estuve en el acto de presentación de la candidatura de Petro y me pareció que peca de demagogia; Peñalosa me parece un pedante que sigue viviendo de algunos aciertos de su alcaldía entre 1998 y 2000 y Parody no me parece mala, pero en algunas opciones de gobierno me ha gustado más Galán.

La cosa es que la jornada electoral se desarrolle sin tumultos y, lo más importante, sin casos de corrupción electoral. Desgraciadamente esto último es algo relativamente común según el procurador d ela nación.

martes, 25 de octubre de 2011

Chía

Hace tiempo publiqué una entrevista a un candidato al Concajo de Bogotá por el partido Cambio Radical. Pues bien, hoy cuelgo una doble entrevista aCarlos Martínez e Ignacio Álvarez (foto), candidatos a la alcaldía y Concejo de la localidad de Chía respectivamente. Aquí os la dejo.

Carlos Martínez, candidato a la alcaldía de Chía por el Grupo Político Empresarial (GPE)

Es la primera vez que se presenta a la alcaldía de Chía. ¿Por qué?

Las circunstancias nos obligaron. Chía es uno de los pueblos más tranquilos de Colombia y yo tengo más de 30 especialidades, casi todas en urbanismo. Sin embargo, hace 24 años una familia sin mucha cultura se tomó al poder. Adiestraron, manejaron, enseñaron y manipularon a otras personas y formaron una rosca de cinco o seis candidatos sin preparación alguna. En un principio sí trabajaron por el bien de los demás, aunque con el paso no manejaron bien los bienes de la comunidad. Incapacidad es corrupción, no hacer nada es complicidad.

Estábamos en un letargo y veíamos que ocurrían cosas, pero sin participar. Fuimos mamertos en un principio. Pero cuando vimos que esa famosa familia se turna el poder de acuerdo a sus intereses y el pueblo cada vez tiene más necesidades y nadie lo atiende, pues las personas de bien nos pusimos al frente de la situación a ver que elige el pueblo. Vamos a ver si al pueblo le gusta la corrupción o le gusta un cambio.

Atendiendo a sus palabras, ¿la alcaldía actual de Chía es corrupta?

Claro que sí. No es que se demuestre la pérdida de dinero, pero nosotros tenemos un presupuesto de 250 millones de dólares en un cuatrienio que no se ve y no se aplican. El pueblo se inunda continuamente, llueve tres días siguientes y se devuelve por las alcantarillas la podredumbre.

Chía se ha vuelto una ciudad dormitorio que crece un 5’7 por ciento anual, mientras que Bogotá un 1’2. Pero es un crecimiento en conjuntos. Donde había dos o tres casas o una finca de una familia respetable los urbanistas y el ayuntamiento le meten 150 casas y ni siquiera construyen o cambian un tubo de alcantarilla. El colapso es total.

¿Cuáles son las carencias en infraestructuras en Chía?

Son todas. La parte de movilidad es absolutamente caótica, de tal manera que no se ha hecho un nuevo plan vial para poner desembotellar a Chía de donde está Esta ciudad es el ponqué de Colombia, ya que todos los que van al sur o al norte tienen que pasar por Chía. Colocar una vía alterna es lo más lógico, pero ni nuestros gobernadores ni presidentes han hacho nada para construirla. Espero que con el nuevo alcalde de Bogotá, que aspiro sea Petro, podamos sacar el tráfico pesado de Chía. Un grupo de ingenieros me han hecho un plan alterno para sacar ese tipo de tráfico.

Llevamos un retraso de 25 años, lo que repercute no sólo en la población, sino en todos los ámbitos de la localidad.

¿En qué se diferencia el Grupo Político Empresarial de otras formaciones ya existentes?

A nosotros nos subestimaron aquí. Creían que como éramos nuevos no íbamos a tener mucho futuro. Prueba de ello es que teníamos que recoger 13.000 firmas para constituirnos como Grupo Representativo de Ciudadanos, tal y como establece la Constitución, y recogimos 74.000. Ese fue el rasgo de avance y apoyo de pueblo que quiere un pueblo.

No estoy en contra de los partidos tradicionales porque son las columnas de nuestra democracia. Lo que no estoy de acuerdo es con sus representantes de Chía, lo que me llevó con mi directorio a no comprometernos con ningún partido. Aquí hay un candidato a la gobernación nos prometió un aval y nos engañó, por lo que nos constituimos como independientes con el apoyo del pueblo.

Su programa es amplio, ¿Cuál es su punto fuerte de su programa electoral?

Cuando me metí en esto, escogí a los 18 mejores profesionales de cada uno de los puntales de mi programa, trabajamos durante tres meses 12 y 14 horas diarias. Hicimos un programa serio recorriendo todo lo que es Chía y extractamos las necesidades para hacer un esquema que busca soluciones. Mientras tanto, otros candidatos lo mandaron a hacer, por lo que le digo a la gente que no se fie de los papeles y que tenga memoria de lo que se ha hecho y no se ha hecho. Lo importante no es quien hace le programa, sino quien lo ejecuta.

¿Qué es lo más urgente para Chía?

Todo. La seguridad es uno de los problemas delicados que tenemos, la vivienda es caótica con un déficit de 12.500 viviendas o sólo el ocho por ciento de nuestros estudiantes llegan a la universidad. No se pueden dar más licencias hasta que no se ordene la infraestructura urbanística.

En salud tenemos un hospital nivel uno que ni siquiera es de Chía, es de la Gobernación. Quiero hacer un parque de la Salud por medio de zonas francas para que la salud sea prácticamente gratis.

La educación es caótica. Se firmó un convenio con la Universidad de Pamplona que ésta no llegó a cumplir y nuestros gobernantes no exigieron el cumplimiento. Quedó una estructura abandonada en un magnífico campo que yo recuperaré para hacer la universidad de Chía.

En seguridad tenemos pandilleros que se nos están metiendo. De las poblaciones de alrededor traen los fines de semana personas para que pidan limosna y se las llevan cuando acaba el día y nadie hace nada. Yo creo que gran parte de la policía la corrompieron. Para cuidar 150.00 habitantes tenemos 257 agentes, pero eso no es lo grave, ya que del total, sólo 60 son profesionales y el resto niños auxiliares. Proponemos hacer una CAI móvil para cada una de las veredas y hacer un cordón de seguridad. La solución no es ponerle un policía a cada ciudadano.

El deporte aquí es una vergüenza, por lo que pretendemos hacer en cada vereda una pequeña villa olímpica.

Ignacio Álvarez, candidato al Concejo de Chía por el GPE

Eres doblenacional con más de 15 años de residencia en Colombia, los últimos 7 en Chía ¿por qué te presentas?

Como ciudadano de Chía he visto que en lugar de ir hacia adelante se ha ido hacia atrás. En las dos últimas alcaldías no se ha hecho absolutamente nada en urbanismo, movilidad o alcantarillado. Las inundaciones de Chía del año pasado fueron caóticas y no se ha hecho ninguna inversión social en las veredas.

Mi experiencia en política viene de mis años de pertenencia en el Partido Popular de España en Colombia, por lo que como habitante de Chía he querido poner mi granito de arena para la mejora de este municipio. De ahí que considera que el GPE como novedoso en el panorama político de la localidad es independiente y quiere hacer las cosas bien.

¿Cómo pueden colaborar el Partido Popular de España y el GPC por Chía?

Hay una forma de colaboración en forma de cooperación. Chía requiere de apoyos que España también necesita y requiere. Un ejemplo fue un matadero que gobierno de Cataluña quiso hacer en Chía hace ocho años, pero que por falta de voluntad política no se realizó. Y era un proyecto que podía haber generado unos 3.000 empleos y haber hecho entrar en la localidad el 51 por ciento de la riqueza.

En esto momentos tenemos una cooperación para que mujeres cabezas de familia, mujeres campesinas o indígenas puedan beneficiarse de ayudas de cooperación que dan municipios españoles. Adicionalmente hemos conseguido que una empresa de Rumanía nos compre artículos en cuero y cuerina hechos por estas mujeres.

¿Cómo es la idea de la universidad en Chía?

El tema es constituir a Chía como ciudad universitaria para que sus jóvenes puedan acceder con mayor facilidad a estudios universitarios.

¿Cuáles son los estudios que podrían ponerse en Chía?

Tenemos un potencial vivo de turismo, por lo que habría que aprovecharlo aumentando la hotelería. Además, Bogotá ya ha llegado al tope, lo que debería de ser aprovechado por Chía para atraer este tipo de ingresos. Por otro lado, evitaríamos que los jóvenes debieran ir todos los días a Bogotá para estudiar, lo que repercute negativamente en su estudio.

lunes, 24 de octubre de 2011

Bicis, perros y policías

El domingo pasado estudimos dando un paso por los pueblos de alrededor de Bogotá. Clarita, una amiga que se llama Marisol y yo estuvimos en Tenjo, Tabio, Cajicá y Chía. Pues bien, cuando llegamos al primero de estos pueblecitos, fuimos a misa y esto que podéis ver fue lo que me encontré. Me encantó la foto, por lo que con todo disimulo saqué mi cámara y tomé la instantanea.

Un perro tumbado en la misa y al lado las bicicletas de las personas que acudían a la misa. Pero este no era el único can, ya que justo a mi lado había otro que pululaba buscando el mejor sitio en donde aposentarse. Algo que nunca había visto. Buenísimo, me encantó.

La otra foto que pongo es el la misma iglesia; unos policías en respetuoso silencio, esperando a que terminara la ofrenda para acudir a su trabajo. ¿Cómo se puede llamar la foto? A DIOS ROGANDO Y CON EL MAZO DANDO, ¿verdad? Je je je.

domingo, 23 de octubre de 2011

Escudos

Muchas de las ciudades de Colombia, como es lógico, tienen fundación española, su barrio colonial y el nombre de algunas calles aún conservadas. Por poner un ejemplo, Cartagena de Indias mantuvo un escudo concedido por Felipe II desde 1574 hasta 1811, justo un año después de la independencia. Sin embargo, en la zona colonial cartagenera, en las placas de los nombres de las calles aún se mantiene el escudo primegenio en recuerdo de la Historia. De los dos escudos que acabo de poner, el de la izquierda es el primero que hubo, por lo que el derecho es el segundo y actual. Sin embargo merece la pena destacar que el moderno también ha sufrido modificaciones, puesto que al principio el castillo que puede verse detrás de la india no estaba, aunque se añadió a posteriori. Castillo que es el de San Felipe de Barajas, bastión español que repelió un ataque inglés y francés en 1741 durante la guerra de la Oreja de Jenkins y uno de los actuales símbolos de la ciudad.

Otros dos ejemplos serían el de Santa María la Antigua del Darién y el de Rionegro. El primero de ellos tiene, además, un historia añadida, y es que este municipio fue la primera ciudad estable fundada por europeos en tierra firme en el continente. Se encuentra en el actual departamento del Chocó, fundada a finales de 1510 y con aparición en las crónicas de Fray Bartolomé de las Casas. El escudo que se puede ver es el original y que aún hoy se mantiene. La cédula real de Carlos I del 10 de julio de 1515 decía lo siguiente:

[...] señalo e doy que tenga por armas la dicha cibdad un escudo colorado e dentro, en él, un castillo dorado e sobre él la figura del sol e debaxo del castillo un tigre a la mano derecha y un lagarto a la izquierda, que estén alzados el uno contra el otro alrededor de esta manera siguiente y por divisa la imagen de Nuestra señora de la Antigua, las cuales dichas armas y divisa doy a la dicha ciudad para que las podáis traer e trayais y poner y pongáis los pendones y sellos de la dicha ciudad [...].
Este escudo pertenece actualmente a la localidad de Acandí, ya que la población de Santa María la Antigua del Darién desapareció y no se conoce exactamente su localización. La ciudad se evacuó en 1524 y la selva se la comió.


Finalmente destaco un tercer escudo, el de Rionegro. En este caso, fue concedido por Felippe II el 20 de marzo de 1596 en la cédula de Aranjuez. La reproduzco:

"Usara por Armas y divisa la referida Ciudad y su Cabildo, refiriéndose a la tradición que expresa en su certificación el cura de Arma don Esteban de Estrada (...): Un león con un arco de oro al cuello y en él un Sello Real que son las únicas divisas y señales que expresa serles concedidas por Su Majestad y acostumbraba usar y poner."

En un primer momento perteneció a la ciudad de Santiago de Arma. Lo que pasa es que después de que se agotara la producción minera, la ciudad comenzó un proceso de decadencia, que culminó con un pedido, auspiciado por el Virrey-Arzobispo Antonio Caballero y Góngora y hecho por la ciudad de San Nicolás de Rionegro, de que le fueran transferidos los privilegios de la ciudad de Santiago de Arma. Dicho pedido fue aprobado por Carlos III en una Real Cédula emitida en el año de 1786, en la cual se le concedió a la ciudad de Rionegro tanto los privilegios, el nombre y el escudo de armas de la antigua ciudad, llamándose desde entonces Santiago de Arma de Rionegro.

De todas maneras el nombre de Santiago de Arma no desapareció del todo, ya que un corregimiento del departamento de Caldas aún se llama así.

Bonito todo esto ¿verdad? Aquí en Colombia son más inteligentes que muchos españoles y no borran parte de su historia.

viernes, 14 de octubre de 2011

Mucho por hacer

En alguna ocasión ya he comentado que las infraestructuras en Colombia, en cuanto a comunicaciones se refiere, son simplemente deplorables. El tiempo de construcción de este tipo de infraestructuras se hace eterno debido en muchas ocasiones a los grados de corrupción que se ven. El caso de los Nule es un claro ejemplo de ello.

Por poner un ejemplo, en la ciudad de Bucaramanga (capital de Santander), se está construyendo un puente que comunica la zona donde está el aeropuerto con la ciudad. Es una infraestructura de no más de 60 metros que lleva ¡seis años! y aún no se ha terminado. Para este fin de semana de octubre se ha asegurado que se inciarán las pruebas de carga para abrir el 50 por ciento del puente, pero no se sabe la fecha de inauguración. Supongo que será como en España, se esperará a unas elecciones para que el político de turno se haga la correspondiente foto.

En el país del Sagrado Corazón, para hacer unos pocos kilómetros puedes estar horas y horas hasta llegar al punto de destino. No sólo las carreteras se hacen con una lentitud pasmosa, sino que el mantenimiento destaca por su ausencia. Otra perla: entre Bogotá y Neiva (capital del departamento del Hulia) hay 326 kilómetros, por lo que lo normal es que se tardara unas 3 horas y media. Por lo menos ese es el concepto que se tiene cuando se viene de España. Pues no, desgraciadamente en Colombia no es así; os podéis imaginar cuanto se tarda por estos lares: ¡seis horas!

Todo esto que escribo viene a que hace un par de días el congreso de Estados Unidos acaba de aprobar la consecución del Tratado de Libre Comercio entre este país con Colombia. No voy a entrar en que si me parece bien o mal, pero sí entraré en un detalle. Este tratado se ha trabajado durante nueve años y las comunicaciones nacionales no se han mejorado ni un ápice. ¿Por qué no se ha trabajado durante este tiempo en mejorar esta deficiencia? Un país no podrá exportar con comodidad sus productos si no tiene carreteras.

Son muchos los análisis que avisan de la necesidad de mejorar las infraestructuras. The economist ya comentó que si Colombia no mejora sus vías no será competitiva y su economía se verá frenada. En otra revista, en este caso colombiana, Yohir Akerman, puso un claro ejemplo del coste del transporte terrestre dentro de Colombia. Buenaventura es una ciudad en Valle del Cauca con un puerto que mueve el 60 por ciento del volumen de carga nacional; es más, el 80 por ciento de café colombiano sale de este punto. Pues bien, sale más barato transportar un contenedor entre Buenaventura y la capital del país (que está a 632 kilómetros), que llevarlo a Shangai, en China. Así, como es lógico, la economía colombiana, que está creciendo a un 4'5 por ciento, se verá frenada muy rápidamente.

jueves, 13 de octubre de 2011

¿Nieve?

Bogotá está a 2.600 metros de altura, osea, muy alto. Granada, de donde vengo, está a una altura de 738 metros sobre el nivel de mar, por lo que cuando llegué, a pesar de que no sufrí el mal de altura (soroche), cuando subía las escaleras, a la segunda ya soltaba el hígado por la boca.

A pesar de la altura no es una ciudad excesivamente fría, aunque sí muy húmeda. Al estar cerca del ecuador, cuando llueve parace que se va a acabar el mundo. Ayer, precisamente, fue uno de esos días.

La altura podría indicar que la nieve hace acto de presencia de vez en cuando, aunque, que yo sepa, por estos lares, no ha nevado nunca. Si alguien puede rectificarme esta última iea, por favor, invitado está. A lo que iba es que ayer fue uno d esos días en donde el cielo, literalmente, se oscureció por la lluvia que caía. Puntualizo, no lluvia, sino granizo. En pocos minutos, el suelo quedó tal y como podéis ver en la foto. Es una cafetería que está en la Universidad Javeriana y que parecía que acababa de nevar. Increíble.