sábado, 8 de julio de 2017

Galeón San José



El 27 de noviembre de 2015 Colombia anunció al mundo que una empresa norteamericana llamada Sea Search Armada había hallado el galeón español San José, hundido por corsarios británicos el 8 de junio de 1708 en lo que actualmente son aguas jurisdiccionales colombianas y que en aquella época eran aguas españolas al ser el Virreinato de Nueva Granada. Desde entonces se ha desatado un conflicto a tres bandas entre el Ejecutivo de Santos, el Gobierno español y la empresa norteamericana España, en defensa de sus intereses, apela al convenio de Naciones Unidas de derechos del mar y alega que el galeón era un «barco de Estado» y por tanto, tenía inmunidad soberana. Defiende también que, como buque hundido en batalla, no llegó a arriar la bandera, por lo que aún a día de hoy sigue perteneciendo a la armada española. Amén de los 600 marinos que perecieron y cuya tumba es el pecio desaparecido.

Pues bien, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, acaba de anunciar que Colombia rescatará el galeón español San José y que lo hará con una alianza público-privada (al final de la entrada incluyo el vídeo con la intervención). Eso sí, el mandatario colombiano no aclaró quién pagará la excavación y extracción los tesoros y restos que se encuentren ni si tendrá que vender parte de la carga. Hay que recordar que Colombia aprobó una Ley que permite vender parte del patrimonio recuperado con el fin de pagar la excavación. Lo curioso de esta ley es que los políticos colombianos aceptan que para vender valores patrimoniales del país la ley los enajena, convirtiendo en no cultural lo que la Constitución dice que sí lo es.

Además, Santos también ha asegurado que Cartagena de Indias tendrá un "cipote museo" en donde se albergará, se supone, lo que se rescate y que el país se quede tras el pago a la empresa cazatesoros

Como curiosidad histórica decir que el galeón San José, que fue hundido por flotas inglesas en el mar Caribe el 8 de junio de 1708, fue construido a finales del siglo XVII en Gipuzkoa por encargo de la Corona española. El contrato de su hechura se firmó en 1696, pero el barco fue botado en 1698 y terminado en 1699 en Pasaia.

La actitud del presidente Santos me indigna por dos razones fundamentales. Una de ellas por el desprecio hacia España, legítimo dueño del pecio hundido, tumba de más de 600 marinos españoles. Colombia, por su parte, alega que no hace parte del convenio de patrimonio subacuático de la Unesco firmado en París en 2001 y que ha sido citado por el ministro de Cultura español.

La otra por la confianza en el trabajo de una empresa cazatesoros. Este tipo de empresas solicitan en muchas ocasiones el 50 por ciento de lo recuperado, lo que les lleva a no prestar atención a los restos que no consideren valiosos, es decir, se suelen limitar al oro, plata o piedras preciosas. España ya tiene experiencia en casos parecido. Sin ir más lejos, cabe recordar el caso de la fragata de Nuestra Señora de las Mercedes, que tenía en disputa a España y a la empresa cazatesoros Odyssey Marine Explorations, que se dirimió a favor de España, al ordenársele a la empresa devolverle los tesoros que había extraído del mar. Las monedas que se recuperaron se exponen en el museo naval de Cartagena.

Lo que debería de hacer Juan Manuel Santos es constituir una alianza hispano-colombiana para conseguir estudiar y analizar el navío y poder extraer los tesoros y restos que aún se conserven. España, estoy seguro, no lucharía así por la totalidad de las piezas, sino que llegaría a un acuerdo con Colombia para que ambas naciones quedaran satisfechas y no hubiera menosprecio de ningún tipo en ambas partes. Colombia se juega a que una vez extraído todo, España inicie una lucha jurídica y que, basándose en fallos anteriores, se pudiera quedar con todo.

Finalmente, el anuncio del presidente Santos de construir un "cipote museo", lo siento mucho pero lo pongo en duda. En las aguas de Cartagena hay una gran riqueza arqueológica y la propia ciudad resistió el ataque de piratas, siendo el más famoso el ataque al castillo de San Felipe de Barajas, tan bravamente defendido por los españoles capitaneado por Blas de Lezo, y no posee un museo que albergue toda esa historia. ¿Y justo ahora sí se va a construir?


Fotos: http://fullavantenews.com/2015/12/22/el-galeon-san-jose-fue-construido-en-gipuzkoa-espana/ y
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-16450059

martes, 6 de junio de 2017

Educación en Colombia



El tema de la educación es un problema ya enraizado en Colombia. Los profesores de este país están en huelga (en paro, como dice allí) para pedir la mejora de sus condiciones laborales. En mayo de 2015, otra entrada en este blog ya comentaba los problemas del panorama educativo, por lo que, visto lo visto, parece que no han mejorado mucho las cosas.

La educación se puede ver bajo varias perspectivas, desde el alumnado, desde el profesorado, desde las infraestructuras o desde el resultado del país en las pruebas PISA, o lo que es lo mismo, el Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes.

Bajo la perspectiva del alumnado, sigue habiendo una gran diferencia entre la educación pública y la privada. Los colegios distritales, los públicos, no suelen poseer las mismas condiciones e infraestructuras que los privados, por lo que los niños parten en desventaja. Además, muchos colegios distritales tienen doble turno, es decir, debido a la alta natalidad y a la falta de colegios, existen dos turnos: El primero va desde las seis de la mañana hasta las 12 del mediodía y el segundo por la tarde. Mientras tanto, los alumnos de colegios privados no suelen tener este incoveniente, por lo que el número de horas que tiene al día siempre será superior a los de niños de colegios distritales. Esto influye irremediablemente en los resultados académicos de los muchachos. Así, cuando les llega el momento de presentarse a las pruebas ICFES, una especie de Selectividad, los estudiantes provenientes de colegios privados suelen obtener mejores resultados, lo que les permite acceder a universidades públicas, mucho más económicas que las privadas.   

En lo que se refiere al profesorado, el problema es las carencias con lñas que muchas veces trabajan y, por supuesto, los sueldos bajos que reciben. Según un análisis que leo en la web lasdosorillas.co, el salario promedio (monto bruto) de un docente en Colombia en la actualidad es de 2,301.109 pesos, sin embargo, dos aspectos importantes hay que resaltar los cuales disminuyen esa cantidad de manera considerable. La primera se da al tener en cuenta la época en que se presentó la coyuntura (mayo de 2015), para la fecha no se contaba con los aumento salariales del 5.66% y 9.77% que recibió el magisterio Colombiano durante los años 2015 y 2016 respectivamente, a esto se suma el ascenso dentro del escalafón de 25.920 docentes por medio de la primera convocatoria de la Evaluación de carácter diagnostica formativa (ECDF), la cual incremento el gasto solo por concepto de retroactivos (reubicaron y ascendieron) en 400.000 millones de pesos (cifras dadas por la Federacion Colombiana Educación -FECODE- en junta nacional 1 y 2 de Noviembre del 2016), esto evidencia de manera clara que el promedio salarial de un docente para el primer semestre del año 2015 estaba por debajo de los 2.000.000 pesos, unos 645 euros. Esto obliga a que muchos maestros se vean en la obligación de tener que buscarse un segundo trabajo.

Esto en cuanto a los maestros pertenecientes a la administración pública. Los que desarrollan su labor en los colegios privados dependen cada curso de que el colegio en donde trabajan les queira renovar su contrato. La razón es que cada año firman su contrato laboral a término fijo, y a finales del último mes escolar, estarán desempleados por dos meses, o quizá por más tiempo. La revista Semana lo explica mucho mejor que yo. 

Todo esto repercute ¿en quién? En el alumnado y por ende, en el sistema educativo colombiano, aún con mucho camino por recorrer. Mientras tanto, los resultados del informe PISA siguen poniendo a Colombia por debajo de la media, aunque ha mejorado un poquito.

Para finalizar me gustaría hacer una reinvidicación de la educación pública. El Estado está obligado a dar a todos los colombianos las mismas oportunidades para que puedan acceder a una educación pública de calida. Y no sólo en la universidad, sino desde la base, desde la educación primaria. Todos los colombianos han de tener las mismas oportunidades para tener un buen colegio, un buen instituto y una buena universidad. Sólo así se irán limando las diferencias sociales que se mantiene. SI no trabaja en ello, los estratos seguirán marcando el devenir de la sociedad colombiana, ¡una pena!

Foto: Revista Semana

viernes, 31 de marzo de 2017

Ciclismo del bueno, ciclismo de Colombia


La entrada de hoy no versa sobre política, economía o temas sociales. Lo de hoy es más mundano. Como se puede ver en la imagen, con un contundente ¡Viva Colombia! la revista Ciclismo a fondo abría su portada del último número. 

Desde siempre Colombia ha sido tierra de buenos corredores. Históricos de este deporte han sido Lucho Herrera, ganador de la Vuelta Ciclista a España en 1987 o Fabio Parra, tercero en el Tour de Francia en 1988. Pero en los último años ha habido una nueva hornada de excelsos ciclistas "escarabajos" que han vuelto a poner a Colombia en lo más alto del podium. 

Ejemplo de ello es que en 2006, en el Ranking World Tour de la UCI, el primero era Nairo Quintana, subcampeón en dos ocaciones del Tour, un tercer puesto en la ronda gala, y sendas vistorias en el Giro y la Vuelta. Otros especialistas del pedal cafeteros en este ranking son Esteban Chaves en el noveno puesto, Sergio Luis Henao el 14, Rigoberto Urán el 32, Jarlinson Pantano el 41, Miguel Ángel López el 45 y Darwin Atapuma el 67.

sábado, 25 de marzo de 2017

Unión Económica de Latinoamérica



Hace un par de semanas, bajo el hashtag #mejoresvecinos se llevó a cabo un debate en twitter con el auspicio del Banco Mundial América Latina para analizar la situación actual de la economía dentro de panorama latinoamericano.

Desgraciadamente no pude asistir a los debates al desarrollarse en Bogotá, pero sí puse un trino que, entre otros, les gustó al banco antes mencionado. En mi twitter venía a decir lo que desde siempre he pensado que le falta a América Latina para desarrollar su economía a la par que otras potencias económicas mundiales, unidad y trabajo en común.

Precisamente, hace unos años di una conferencia en la universidad Sergio Arboleda en donde comentaba que el futuro de América Latina debe de ser el de la unificación al estilo de la Unión Europea. Son una veintena de países que, si unificaran esfuerzos y metas, podrían llegar a ser una punto de inflexión en la economía mundial al poseer, no sólo materias primas en abundancia, sino también mano de obra y sistemas educativos que necesitan ámbitos laborales que siempre o casi siempre se han de buscar fuera.

No entraré a analizar el panorama educativo de esta zona o la cuadriculada mentalidad de sus dirigentes que no abogan de verdad por el bien de sus ciudadanos. En este caso voy a entrar en una muy urgente necesidad de esta parte del mundo, las infraestructuras. Aunque cada país es diferentes, en líneas generales, la infraestructuras de comunicación en Latinoamérica son más que deficientes. El transporte por carretera dentro de un mismo país es toda una odisea; más aún cuandos de trata de un comercio interterritorial.

Latinoamérica está atrasada con respecto a otras zonas del mundo. En un gráfico del Banco Mundial se puede ver que las exportaciones habidas en el interior de la Unión Europea equivalen al 57 por ciento del total mundial en cuanto a comercio interregional se refiere. En segundo lugar está la zona de Asia Oriental y el Pacífico a pesar de que se trata de un comercio marítimo. ¿Qué puesto ocupa AL? El quinto con un nimio 15 por ciento.






Por todo esto, es lógico decir que hay una urgencia en mejorar ese aspecto. Pero no es fácil. Para que haya un comercio libre entre diferentes países, ha de haber sistemas económicos factibles al libre mercado, exentos de tintes populistas y alejados de unos nacionalismos económicos que no llevan a nada y que únicamente ponen aranceles para beneficiar los cuasimonopolios de las empresas nacionales del país. Pero bueno, cada cosa a su tiempo. Lo primero y más necesario es la inversión en la mejora de las infraestructuras. El siguiente gráfico es muy significativo.

En el la web https://blogs.iadb.org hay un análisis muy interesante sobre la inversión en infrasetructura en AL entre 1980 y 2013. Es precupante que la inversión pública frente a la privada haya descendido considerablemente a la par que la suma de las dos ni siquiera llega al recomendable 5 por ciento del PIB que se aconseja por parte del Banco Mundial. La preponderancia de la inversión privada provoca que las funciones del Estado o de las administraciones las haga al capital privado, por lo que siempre habrá deuda de algún tipo que pagar.

En un informe del Banco Mundial, Integración más profunda vital para el crecimiento de América Latina y el Caribe, según informe del Banco Mundial, se establecen unas líneas a seguir para conseguir un mejor desarrollo económica de esta zona. Para lograrlo el informe propone una estrategia interdependiente de cinco componentes: 
1) Reducción adicional de los aranceles externos.
2) Profundizar la integración económica entre América del Sur, América Central, el Caribe y México.
3) Armonizar normas y procedimientos.
4) Centrar los esfuerzos en reducir los altos costos relacionados con el comercio.
5) Integrar los mercados de trabajo y de capital.

Todo esto me parece bien, pero es primordial invertir en infraestructuras, mejorar los salarios de los trabajadores, reducir la brecha social, huir de los populismos, respetar los tratados comerciales, erradicar el victimismo o invertir en una auténtica educación pública. Latinoamérica tiene la oportunidad de fijarse en el camino que siguió la Unión Europea y evitar los errores que en el Viejo Continente se cometieron

viernes, 24 de marzo de 2017

Virgen de Chiquinquirá


Cuenca es una ciudad en la que, a pesar de ser pequeña, conviven múltiples nacionalidades y, por lo tanto, culturas. A los venezolanos y colombianos que puedan estar leyendo esta entrada, les gustará saber que una virgen muy querida en ambos países tiene un cuadro en la entrada de la iglesia de las Concepcionistas Franciscanas, conocidas por todos como las Concepcionistas de la Puerta de Valencia debido al lugar donde se sitúa su convento.

Como he dicho, nada más entrar en a iglesia, justo a la derecha, hay un cuadrito en donde se puede ver esta imagen tradicional en la que la madre de Dios está acompañada por San Antonio de Padua y San Andrés. Incluyo una breve explicación histórica sacada de internet:

Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá es una de las advocaciones con que se venera a la Virgen María en el catolicismo. Es la patrona y reina de Colombia, del Estado Zulia en Venezuela, y de la ciudad de Caraz, en el departamento de Ancash en Perú.

  • La ciudad donde tuvo lugar la primera de sus manifestaciones milagrosas, Se le conoce por el nombre de Chiquinquirá, de allí el origen de su nombre vocativo y donde reposa el lienzo original de la milagrosa imagen en in santuario dedicado a su advocación ubicado en: La Basílica de la Virgen de Chiquinquirá en Boyacá, Colombia.
  • El fray Andrés Jadraque ve la necesidad de dotar la capilla con un lienzo o cuadro de La Virgen del Rosario, advocación promulgada por la Orden Dominicana a la cual pertenecía el religioso. De esa manera acuden a un pintor también español Alonso De Narváez que vivía en la ciudad de Tunja, en Boyacá, cercana a la región para pedirle que pintara el lienzo que posteriormente se hiciera milagroso. Todos acuerdan poner al lado de la Virgen a sus santos de devoción, san Antonio de Padua y san Andrés por ser el primero patrono del encomendero que solicitaba la imagen y el segundo, del fraile que la había mandado a hacer.
  • La pintura original hecha entre 1560 y 1565 reposa en Colombia, es una creación artística del pintor español Alonso De Narváez que vivía en la ciudad de Tunja, en Boyacá, la pintura está hecha de algodón indígena y mide 125 cm de ancho por 111 de alto, y está conformada por la imagen de la virgen del Rosario, San Antonio de Padua a la izquierda y San Andrés a la derecha.