Latinoamérica tiene un presupuesto militar para 2010 de unos 60 billones de dólares. Si a esto se le suma el último informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que especifica que ha aumentado en uno el número de países de la región que no respetan los derechos humanos, la situación no es muy halagüeña.
Concretamente las naciones que aparecen en esta lista negra son Venezuela, Colombia, Cuba, Haití y Honduras, siendo ésta la última en incorporarse al carro tras la expulsión del país del presidente Zelaya.
De estos cinco países, Cuba y Venezuela son ya comunes en dicha relación, puesto que la primera lleva siendo una dictadura comunista desde 1959.
Venezuela, por su parte, merece un capítulo aparte. La Comisión recuerda que este país no permite desde 2002 realizar sus investigaciones sobre el terreno. Así, destaca en su informe que en los últimos cinco años, más de dos mil personas han sido sometidas a procesos penales por participar en manifestaciones públicas en ese país. Y observa que “no se ha garantizado a todas las personas el pleno ejercicio de sus derechos con independencia de su posición frente a las políticas del Gobierno, y se está utilizando el poder punitivo del Estado para intimidar o sancionar a personas en virtud de su opinión política”. Amén de la falta de libertad de expresión y de las coacciones más que palpables a los periodistas.
Desgraciadamente, Colombia no se queda atrás, aunque es necesario puntualizar importantes diferencias. Es una país en donde hay violencia interna entre el ejército, los paramilitares y las Farc. El organismo resalta que Colombia aún no ha resuelto la desarticulación de los grupos armados irregulares y la instauración de un marco legal para juzgar los crímenes cometidos durante su particular conflicto armado. “Entre enero y agosto de 2009 se habrían producido 10.737 homicidios (y) 20 casos de masacres con 102 víctimas”, resalta. Sin embargo, también destaca los “esfuerzos dignos de reconocimiento” realizados, como la desmovilización de más de 30.000 guerrilleros y paramilitares.
Personalmente considero que algunos males son necesarios.....por el momento. Rechazo con todas mis fuerzas la violencia y la violación de los derechos humanos, pero en el caso de las Farc o de los paramilitares hay que actuar con total firmeza, sin piedad y con tolerancia cero. Las deficiencias de esta país se podrían subsanar en gran medida si parte de ese dinero destinado a la defensa nacional no hiciese falta para ello y se pudiera mandar para mejorar la educación, la sanidad o la pobreza, generadora por otro lado de violencia y delincuencia urbana.
viernes, 16 de abril de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario