Podría empezar esta primera entrada de muchas maneras, aunque creo que la mejor manera es recordar al sargento Pablo Emilio Moncayo, liberado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tras 12 años de cautiverio.
En otro momento hablaré de este grupo guerrillero que mantiene una guerra civil en Colombia desde 1964, aunque ahora sólo merece la pena felicitarse por dicha liberación sin olvidar los 20 que aún está retenidos en manos de las Farc.
Lo que merece la pena destacar en este caso es que el padre del soldado, Gustavo Moncayo, hizo un peregrinaje pie desde el 17 de junio hasta el 1 de agosto de 2007 para pedir la liberación de su hijo. Algo que le llevó desde Sandoná hasta Bogotá, en un recorrido de más de 1.000 kilómetros. Así, el primero de agosto, después de 46 días, 7 departamentos y 1.200 kilómetros caminados, arribó a Bogotá donde miles de personas lo estaban esperando. Llegó hasta la Plaza Bolívar, donde decidió instalarse y afirmar que no se iría de allí hasta que se lograra el acuerdo humanitario. Allí permaneció hasta el 14 de septiembre, cuando entregó oficialmente la carpa al alcalde mayor Luis Eduardo Garzón debido a que Moncayo decidió emprender un viaje a Europa en busca del acuerdo humanitario.
Después de visitar algunos países europeos que incluyó un breve encuentro con el Papa Benedicto XVI, el 19 de noviembre de 2007, inició una marcha desde Bogotá hasta Caracas recorriendo 1.400 kilómetros, en donde reunió con el presidente Hugo Chávez.
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